14 de enero de 2007

Pintar el cuarto...


Hoy nos hemos dedicado a algo muy típico en el resto del continente para apagar los excesos de la fiesta de ayer, el DIY (del inglés, "do it yourself", qué se puede traducir como "hágalo usted mismo"). Vamos a cambiar nuestro cuarto, que es más grande, por el cuarto de los niños.

Así que nos hemos levantado de buena mañana para mover una cama de matrimonio y un armario de tres cuerpos (más cajoneras superiores) ayudados por un par de santos amigos solteros a los que tenemos que estar eternamente agradecidos, porque gracias a nuestra falta de planificación (eso es lo que nos falta para ser típicamente europeos, planificación) nos hemos pasado toda la mañana jugando al Tetris por toda la casa para acoplar todos los muebles en su sitio provisional hasta que demos por concluida la pintura del cuarto... Los churumbeles están atómicos, todavía no terminan de entender qué tipo de virus nos ha picado.

Y es que, por comparar, en nuestro estado fundamental somos tan dejados, tan dejados, que al mover la cama del sitio hemos encontrado acumulado un auténtico tratado de arqueología (ver foto). Esta actividad febril sólo puede deberse a que hemos vuelto a entrar en estado excitado. Os iré poniendo al día según me vaya quitando la pintura de los ojos...

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