31 de marzo de 2008
21 de marzo de 2008
Crónica de las vacaciones
Llegamos a Chipre después de unas horitas de vuelo y dispuestos a pasarlo muy bien. Nos animó mucho el hecho de que a las seis de la tarde, aún se podía ir con un jerseycito...
Efectivamente, al día siguiente estábamos todos en la playa. Para el Churumbel era la primera vez y se le veía encantado de la vida:
También dedicamos algo de tiempo a culturizarnos, aunque la visita organizada a las montañas de Troodos fue de pena para los pobres Churumbeles... la carretera es un camino de cabras con asfalto y los pobres no dejaron de vomitar en todo el camino de ida y cayeron derrotados en el de vuelta... pero al menos disfrutaron mucho de los dos monasterios y de la tumba de Makarios (los soldados de guardia les fascinaron). Del Monasterio de Kikoos, la Churumbela salió con un montón de estampitas y aceite bendito en la mano (un Pope pensó que éramos peregrinos en lugar de turistas, ella encantada de la vida con el regalo).
El domingo nos pusimos las mejores galas y fuímos al puerto a pasear como los locales... De paso celebramos el cumpleaños de la mamá de los Churumbeles con una parrillada de pescado... Mmmmmmm
En esta foto se ve al amigo del Churumbel, "Miau". Ha sido una relación un poco entre el amor y el miedo, porque una de las primeras veces que se le acercó el gato, lo hizo a traición y por la espalda... claro está el pobre Churumbel se llevó un susto morrocotudo y a partir de ese momento según salía de casa, le tendía los brazos a su padre al grito de: "Miau, up" (Más o menos, traducible a "papá, cógeme en brazos que ronda por ahí el gato ese y paso de llevarme otro susto semejante"). El gato, como podéis ver, era del hotel y estaba acostumbrado a niños de todo tipo.
Decidimos seguir explorando un poquito, pero esta vez a nuestro aire. En Limassol nos encontramos con los restos del Festival del Carnaval (la Pascua ortodoxa no cae en las mismas fechas que la católica romana)
Esta foto es en la playa de Pissouri, al sur de Chipre.
De vuelta al hotel, pudimos parar un momento en los "acantilados de Afrodita" (para los turistas) o "de los romanís" para los locales. Se llamen como se llamen son un sitio precioso, pero los Churumbeles querían volver rápido a casa para llegar a la Mini-disco :(
Al día siguiente en la playa de Lakki... Toda entera para nosotros solos (lástima que no sale la foto de la local que se presentó a pasear en plumas... ¡a 20 grados!)
Y la última noche, ganamos el bingo en el hotel... las ganancias nos las pulimos en un mantel de poliester para que salgan bien las manchas al lavarlo... al pobre de algodón le tienen los niños frito.
Efectivamente, al día siguiente estábamos todos en la playa. Para el Churumbel era la primera vez y se le veía encantado de la vida:
También dedicamos algo de tiempo a culturizarnos, aunque la visita organizada a las montañas de Troodos fue de pena para los pobres Churumbeles... la carretera es un camino de cabras con asfalto y los pobres no dejaron de vomitar en todo el camino de ida y cayeron derrotados en el de vuelta... pero al menos disfrutaron mucho de los dos monasterios y de la tumba de Makarios (los soldados de guardia les fascinaron). Del Monasterio de Kikoos, la Churumbela salió con un montón de estampitas y aceite bendito en la mano (un Pope pensó que éramos peregrinos en lugar de turistas, ella encantada de la vida con el regalo).
El domingo nos pusimos las mejores galas y fuímos al puerto a pasear como los locales... De paso celebramos el cumpleaños de la mamá de los Churumbeles con una parrillada de pescado... Mmmmmmm
En esta foto se ve al amigo del Churumbel, "Miau". Ha sido una relación un poco entre el amor y el miedo, porque una de las primeras veces que se le acercó el gato, lo hizo a traición y por la espalda... claro está el pobre Churumbel se llevó un susto morrocotudo y a partir de ese momento según salía de casa, le tendía los brazos a su padre al grito de: "Miau, up" (Más o menos, traducible a "papá, cógeme en brazos que ronda por ahí el gato ese y paso de llevarme otro susto semejante"). El gato, como podéis ver, era del hotel y estaba acostumbrado a niños de todo tipo.
Decidimos seguir explorando un poquito, pero esta vez a nuestro aire. En Limassol nos encontramos con los restos del Festival del Carnaval (la Pascua ortodoxa no cae en las mismas fechas que la católica romana)
Esta foto es en la playa de Pissouri, al sur de Chipre.
De vuelta al hotel, pudimos parar un momento en los "acantilados de Afrodita" (para los turistas) o "de los romanís" para los locales. Se llamen como se llamen son un sitio precioso, pero los Churumbeles querían volver rápido a casa para llegar a la Mini-disco :(
Al día siguiente en la playa de Lakki... Toda entera para nosotros solos (lástima que no sale la foto de la local que se presentó a pasear en plumas... ¡a 20 grados!)
Y la última noche, ganamos el bingo en el hotel... las ganancias nos las pulimos en un mantel de poliester para que salgan bien las manchas al lavarlo... al pobre de algodón le tienen los niños frito.
20 de marzo de 2008
Dos de disfraces varios
*Dr. Amor y "La niña de los peines":
*Dos más para la tripulación del Capitán Bloom:
*Dos más para la tripulación del Capitán Bloom:
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