Nos lo estamos cargando

Me refiero al planeta Tierra, donde andamos de ocupas. No se si esta será la solución para salvarlo, pero al menos parece un primer paso el concienciarnos de que el impacto que estamos dejando en ésta, nuestra casa, es difícil y costoso de recuperar. Yo por mi parte abro una sección nueva para aportar ideas y sugerencias sobre el tema.

Esconder el pescado

Al leer este tema en mi tertulia habitual me he acordado de una receta que sale buenísima. Es una receta inglesa, claro, porque los ingleses son especialistas en "esconder" todo lo que huela a pescado, desde poniéndole dos kilos de escayola (el famoso "fish & chips") hasta mezclándolo con gambas y bacon para hacer sopa. Al grano, que me pierdo

Patties (tortitas) de pescado
2 filetes de pescado blanco sin espinas
2 patatas medianas, cocidas y aplastadas
1 zanahoria grande rayada
1 calabacín pequeño rayado
1/4 de taza de queso rayado
1/4 de taza de harina
aceite para freír

Se cuece el pescado al vapor y se tritura en trocitos medianos. Se mezcla con el resto de los ingredientes y se le da forma de tortitas. Se espolvorean con un poco más de harina y se pasan por la sarten hasta que estén doraditas. Con una ensalada de tomate ya está lista una cena muy saludable.

Hermanos

Una de las cosas más hermosas de la vida son los hermanos, son la parte de la familia con la que más contacto y durante más años seguramente vas a tener. Un hermano es un tesoro y me alegra mucho cuando veo que mis niños se quieren y se ayudan entre ellos.
Especialmente mi churumbela, que es un sol.

Cita con la RR

Después de ocho años esperando este momento, ayer por fin he logrado entrar en una sala de limpio, yuuuuupiiiii.
Toda la semana que viene estoy destinada allí.

La aldeita es Mallorca...

Bueno, la foto es de hace dos semanas, pero hoy igual, igual...

Reconocimiento facial...

... o el porqué hoy en día no puedes plantearte sonreir en tu foto del pasaporte.

Alguna gente me ha preguntado a raíz del mensaje de ayer, que qué problema hay en que los niños (o adultos) salgan sonriendo en la foto del pasaporte. La respuesta es que desde hace algunos años hay planes para introducir en la mayoría de los países, modelos de pasaportes que incluyan información biométrica de sus propietarios. Esta información se planea almacenar en un chip en el propio pasaporte y supondría un obstáculo más para la falsificación del mismo (en este punto soy escéptica, dado que las mafias y otra gente tan honrada como ellas, le ganan de momento la partida de la tecnología a las fuerzas del orden por un tanteo apabullante).

Entre las comprobaciones que se baraja realizar en los aeropuertos están entre otras, la comprobación de las huellas dactilares o el reconocimiento facial. A grosso modo, esto funciona comparando la imagen de la foto que tienes en el pasaporte con tu careto en el control de seguridad de antes del vuelo, y a su vez, con las imagenes de esos tipos malencarados que aparecen en los carteles de los más buscados por la policía.

Esta comparación se puede hacer de dos maneras: o te fijas en el careto de la persona en general (aproximación holística) o te fijas en un conjunto de medidas geométricas de la cara (aproximación analítica). Y para tomar esas medidas de referencia de la cara, se usa una imagen con la cabeza erguida y de frente, con una serie de condiciones fijas (ojos abiertos, pelo descubierto, etc) y encima, en un tamaño estándar. Por supuesto, enseñar los dientes está prohibido, supongo que la boca es un parámetro de reconocimiento que da mucho juego.

Probad a intentar obtener algo parecido con un niño de menos de cuatro años... eso sí, os recomiendo cámara digital y paciencia.

Feliz finde

Niños biométricos

Si alguna vez te has preguntado en qué tipo de sociedad es necesario repetir catorce veces la foto de pasaporte de una niño de un año por el aberrante motivo de que sale sonriendo en la foto, no busques más: vives en ella




PS: Tengo que ser muy talibana, porque me gusta que mis niños sonrían y se rían a carcajada limpia

La vuelta al cole...

ha ido bien.
Me han dado una mesa, una tarjetita con mi nombre, un ordenador, un curso acelerado de lo que hacemos en el departamento, muchos ánimos y el resto del día libre... de lunes a miércoles cursillo y el jueves, a ponerme las pilas y a empezar.