20 de enero de 2007

Después de Cirilo

El huracán pasó por nuestra patria chica sin pena, ni gloria, aunque en Alemania ha dejado una estela bastante desagradable. Por aquí bastantes ramitas por el suelo, algunos árboles caídos y un bombero muy grave, pero para los que pasamos la noche en casa no hubo ningún peligro.
Siento no haber podido escribir antes, no era por hacerme la interesante sino porque efectivamente, el churumbel fue el que nos dió la noche, entre los dientes y el catarro. Ayer hubo que llevarle al médico que le ha recetado gotas y mimos (escribo con él sobre una pierna)...
Y mañana, si hoy dormimos, más...

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