6 de marzo de 2007

Dietas

Ya ha llegado esta época del año en que todos pretendemos de un plumazo quitarnos los kilos que nos sobran de encima y lucir bikini, bañador o simplemente cuerpo serrano en las vacaciones. Y como todo el mundo está en ello, pues hasta los periódicos serios se hacen eco del tema y los no tan serios incluso discuten las bondades de las distintas dietas: la del pomelo, la de la alcachofa, la del cucurucho (bueno, esta última para mi gusto es la única que funciona...)

El caso es que el último recorte es el que me ha llamado la atención, puesto que indican que un estudio ha confirmado que es igual de eficaz para perder peso, hacer dieta y ejercicio que sólo hacer dieta. Y francamente no me lo creo... rectifico, así, sobre la marcha. Desde luego que me lo creo si el objetivo es únicamente perder peso.

Básicamente lo que dice el estudio es que han cogido un grupo de sujetos y a la mitad de ellos les han dado menos de comer y les han puesto a hacer ejercicio. A la otra mitad le han dado de comer mucho menos que a los primeros, pero a cambio no tenían que hacer ejercicio. Y ambos grupos han perdido más o menos el mismo peso y misma grasa acumulada en distintas zonas del cuerpo. Al parecer, tampoco se consigue un descenso de grasa en zonas localizadas sólo mediante ejercicio físico, vamos, que si tienes tipo de botijo, es algo genético, que poco se puede hacer por cambiar (salvo pasar por el quirófano y la verdad eso no se lo deseo a mi peor enemigo).

Lo que parecen ignorar los resultados de este estudio, es los beneficios que comporta una actividad física regular en su conjunto. Si bien en la nota de prensa se menciona que el deporte reduce los riesgos cardiovasculares y mejora la salud en general, no se menciona para nada el hecho de que hacer ejercicio aumenta el metabolismo de una persona (a fin de cuentas, la razón por la que comiendo más cantidad, se puede reducir el mismo peso) y gracias a ello es posible no pasar tanta hambre durante la dieta (la razón por la que una gran mayoría de la gente abandona los régimenes de adelgazamiento).

Coincido con los autores de la investigación en que al final es todo cuestión de balance energético: lo que comes no ha de superar a lo que gastas. Sin embargo el ejercicio ayuda a desarrollar los músculos, que requieren a su vez más energía para realizar su función: en una época tan sedentaria como la que vivimos, en la que comer más de la cuenta resulta tan fácil como abrir el frigorífico y ver lo que encontramos dentro, creo que no tendríamos que perder esto de vista.

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